martes, 24 de junio de 2008

Abrí el freezer y vi que le faltaba agua a las cubeteras. Una de las dos se había caído atrás de las milanesas de soja y al sacarla descubrí dos tiritas de papel dobladas a la mitad que hacía años habíamos plantado con mi mejor amiga cuando ambas teníamos (para variar) el corazón roto. Ahí estaban escritos los nombres de nuestros ex y metiéndolos al freezer esperábamos que se congele el amor que todavía sentíamos. Lástima que nadie nos avisó a tiempo que una vez que te volvías a enamorar, el sentimiento anterior se iba casi automáticamente, nos hubiera ahorrado horas de ideas tontas.

Llené las cubeteras, cerré y ,por las dudas, dejé los papeles donde estaban.

domingo, 22 de junio de 2008

chateau





Siento asco cada vez que paso cerca (al menos una vez por semana). En un momento pensé que esa torre nunca iba a dejar de crecer. Creo que ya llega a los cuarenta mil pisos y debo confesar que ver el remate, con sus tejuelas y ventanucas circulares me alivió. Sus columnas jónicas apareadas , entrada con doble portón de bronce labrado (podrían pasar dos carruajes tirados a caballos simultáneamente), arcos de medio punto, frisos y todo el cliché francés del siglo XVIII , en pleno el siglo XXI , en pleno tercer mundo .

martes, 17 de junio de 2008


Buenísima la muestra de arte coreano en el MNBA. "Peppermint Candy". La imagen es de una de las cosas que más me gustó que es de Dong Wook Lee. Vayan!!!

jueves, 12 de junio de 2008


Me quedé encerrada en el baño de un restaurant. Sufrí un segundo de pánico y después me dediqué a pensar en cómo salir de ahí. No había picaporte, se habría caído del lado de afuera. No había más de 5 cm. entre el piso y el fondo de la puerta así que ni siquiera contra mi voluntad podía hacer cuerpo a tierra y reptar hacia la libertad. Gritar me pareció demasiado exagerado, fuera de contexto. ¿Qué iba a decir: auxilio, socorro, hola?. Las opciones no me convencieron y me quedé callada respirando fuerte. Hice una fuerza bestial y nada se movió así que trepé al inodoro, pasé una pierna por el espacio entre el techo y la parte de arriba de la puerta (apenas 25/ 30 cm.), hice presión entre las paredes y mis brazos y me tiré. Caí parada. Hubiera necesitado público para que aplauda mi hazaña una vez que me vi del otro lado, igual le sonreí a la nada triunfante.

jueves, 5 de junio de 2008

Llaves

“ … además tengo que devolverte las llaves de tu casa …” dijo.

No sé cual fue la primera llave que tuve. Debe haber sido la de algún diario íntimo en 1986 cuando aprendí a escribir y necesitaba contar que estaba enamorada de PEDRO LUIS GONZALES, el hijo del carnicero del barrio. Después habré tenido la de la puerta de mi casa, la del candado de la bici, la del portón para entrar por atrás.

En una relación amorosa el recorrido de las llaves es exactamente como el ir y venir de los sentimientos, toma y devolución de confianza. Existen dos niveles de aproximación. Primero la entrega de la llave de abajo, que incluso puede llegar a confundirse con la fiaca de bajar a abrir (acceso a las áreas semipúblicas del edificio, léase hall-ascensor-palier-estacionamiento). Unos meses más tarde viene la LLAVE de arriba, la del departamento propiamente dicho (usá mis cosas, llegá antes que yo, cae de sorpresa en cualquier momento, mi casa es tuya).
Cuando te separás (siempre terminan las relaciones) nada más simbólico que la devolución de llaves. Es un andate rápido que quiero cerrar la puerta atrás tuyo antes de ponerme a llorar y tragarme este juego que me sobra, que hace ruido.
Ah, tengo que bajar a abrirte.

lunes, 2 de junio de 2008

Hoy soy mi alacena. Quería cenar y lo único que encontré en el lugar donde guardo la comida que no va en la heladera fue arroz. Soy chica de un único gran amor a la vez.